sábado, 7 de marzo de 2009

EL LENGUAJE DE LA EXPRESION

APRENDIENDO COMO RETRATAR PERSONAS

Casi todas las personas, o su mayoría, tienen la creencia de que el retrato fotográfico es algo muy cercano a la realidad. Tan así es, que alguien definió esta técnica en el siglo XIX como la sombra permanente fijada de una persona.

El miedo, o porque no decir, el pánico escénico que todos tenemos en mayor o menor medida a ser expuestos delante de la cámara para ser fotografiados es la toma de conciencia sobre la capacidad que tiene el fotógrafo que tenemos frente de alterar o de interpretar nuestra imagen en el momento del disparo.

Una fotografía tomada de maneras espontánea puede falsear la personalidad de la persona casi tanto como una que se haga perfectamente elaborada dentro de un estudio. Esto no hace más que evidenciar la realidad de lo difícil que resulta que un retrato satisfaga no solo al personaje fotografiado sino al fotógrafo en sí.

La toma frontal y en primer plano de una persona es la más admitida y que refleja la autentica personalidad del retratado. Sin embargo, una de las cuestiones más importantes que se deben de tener en cuenta es que el carácter se manifiesta de muchísimas otras maneras. La forma en que se sienta la persona, al estar de pie, de andar o de tan solo girar el cuello constituye reflejos muy propios de cada personalidad.



Para muchos profesionales de la fotografía, me incluyo en ellos, las manos, después del rostro, son las partes más expresivas del cuerpo. En lo concerniente al rostro, son los ojos los que equivalen al primer punto o foco de atención en la mayoría de los retratos.



ALGO PARA PONER EN PRÁCTICA
Existen dos posturas básicas por parte del fotógrafo profesional ante el sujeto: La primera de ellas, exigirle que adopte una expresión correcta y la segunda, simplemente observarle e intentar captar sus expresiones.

Cualquiera de los dos métodos puede ser válido si conseguimos lo más importante: ganarnos la confianza de nuestro personaje o modelo. En esta parte quiero hacer énfasis en que es una de los más grandes retos que tiene el fotógrafo que se dedica a fotografiar modelos o personas, esa toma de confianza es vital para obtener excelentes resultados, creo en lo personal que es una de las más grandes virtudes que he podido desarrollar en mi carrera como profesional, las personas se sienten a gusto trabajando conmigo y eso yo lo aprovecho para sacar lo mejor de ellas.

Por ejemplo, en mi sesiones de pre-producción, aunque no tenga mi cámara conmigo siempre pongo especial atención en los detalles del rostro, veo cual ángulo es el que más pudiera favorecerle a mi modelo a la hora de iluminarlo, como mueve sus manos, en ellas puedo percibir si es una persona extrovertida o el caso contrario.



En algunas escuelas dedicadas a instruir actores se afirma que el control de las sutilezas de la expresión corporal puede ser labor de una vida entera. Sin embargo tenemos recorrido buena parte del camino si ponemos en práctica lo que llevamos aprendiendo sobre los diferentes mensajes que pueden estar encerrados en los gestos y las expresiones faciales.

TRABAJAR CON MODELOS PROFESIONALES ES SIEMPRE UNA VENTAJA PARA GARANTIZAR EL ÉXITO EN EL RETRATO.
Sin embargo, también hay fotógrafos que sostienen que en este caso es mucho más difícil escudriñar la verdadera personalidad del retratado.



Aunque algún pensador pueda definir al ser humano como un microcosmos, en fotografía puede resultar lo opuesto. Para maestros como Cartier Bresson, por ejemplo, "una nimiedad puede constituir el motivo de mayor importancia".

Pero en lo referente a la figura humana, un pequeño detalle del cuerpo puede ser un motivo grandioso. Siguiendo esta línea investigadora, resulta muy interesante realizar primeros planos de detalles, por un lado, al acercarnos mucho al sujeto, vemos ampliarse notablemente el abanico de posibilidades gráficas y plásticas, y por otro lado llamar la atención del espectador.




CERCA PERO SIN INTIMIDAR

Acercarnos mucho a un sujeto para obtener planos inéditos e impactantes puede representar una pequeña agresión en la intimidad de nuestro modelo, por lo que debemos tener cuidado en este aspecto y procurar no incomodarlo, para lo cual es indispensable conseguir su confianza.

En esta pequeña lucha contra la incomodidad, nuestro objetivo es conseguir reflejos de sensualidad, impacto y originalidad. La óptica más adecuada para este tipo de trabajos es el teleobjetivo medio con una capacidad de enfocar a cortas distancias, de manera que podamos obtener en un cuadro la estructura de un ojo o de unos labios, por poner unos ejemplos concretos.

La gran mayoría de las cámaras digitales, cuentan con ópticas zoom que permiten el enfoque a muy corta distancia sin que tengamos que recurrir a un objetivo macro convencional.

Con respecto al control de la luz, conviene recordar que siempre resulta más agradable utilizar una luz suave como la proporcionada por una ventana o un flash rebotado a un techo blanco, que la luz directa del flash, que anula las sombras y texturas.





PROFUNDIDAD DE CAMPO

En distancias cortas el control de la profundidad de campo adquiere una gran importancia. Aunque en algunas fotografías las zonas desenfocadas aportan un interés añadido, también puede ocurrir lo contrario y dar la sensación de ser un defecto de la toma, sobre todo si el desenfoque se produce en zonas vitales de la imagen y no del fondo.

MAQUILLAJE

En el caso que podamos dar rienda suelta a la creatividad de primerísimos planos en sesiones controladas en el estudio, existe la posibilidad de eliminar pequeñas imperfecciones o crear un ambiente especial con la ayuda de cosméticos. El maquillaje está muy relacionado con la iluminación, donde se complementan ambos. Sin embargo hay que tener en cuenta que un maquillaje para fotografía suele ser más exagerado que el de carácter convencional.

El objetivo principal del maquillaje es realzar los rasgos más bellos y enmascarar los menos atractivos. Los pómulos suelen realzarse con sombras en la parte inferior y maquillaje claro en la superior. Unos ojos demasiado juntos, por ejemplo, pueden ser disimulados extendiendo las sombras de ojos hacia los lados. En fotografía profesional, el maquillaje suele decidirse en función de la iluminación.

El retrato plantea el reto más importante de captar la personalidad del sujeto fotografiado y, además la necesidad de incorporar dicha personalidad a la imagen. Ya entendido esto, es evidente que la cualidad más importante del fotógrafo debe de ser el interés por las personas y la facilidad que pueda tener para relacionarse con ellas, ya que mientras más relajado se encuentre el sujeto durante la sesión fotográfica, mas fácil es el desarrollo de la misma, quedando plasmada dicha circunstancia en sus imágenes obtenidas.




Es cierto que, si fotografiamos un personaje famoso, lo normal es que esté acostumbrado a mirar a la cámara, por lo que posará con total "naturalidad", Sin embargo, esa naturalidad adquirida a fuerza de la costumbre puede llegar a ser una dificultad para conseguir imágenes impactantes e inéditas.

Teniendo en cuenta que toda sesión fotográfica lleva un acoplamiento progresivo entre las personalidades del fotógrafo y el modelo, lo más habitual es que las mejores tomas tengan lugar al final de la sesión. Sin embargo, la regla de oro es que no hay que esperar a que ocurra así. Debemos tomar la iniciativa en todo momento con buen tacto y saber hacer, e informar al sujeto sobre lo que pretendemos realizar y el comportamiento que esperamos de él.




EL CONVENCIONALISMO, SI O NO

Un retrato no tiene porqué limitarse a reproducir fielmente el aspecto de la persona. Una toma poco o nada convencional puede recrear un ambiente insólito con gran precisión, aunque el rostro se encuentre oculto. Además, estas escenas pueden comunicar sensaciones o sentimientos escondidos de nuestro personaje.

Los fotógrafos profesionales, son extremadamente conscientes de la dificultad real de la "plasmación fiel" de la realidad, son muy adictos a la experimentación de ángulos, composiciones y retoques no convencionales de la imagen. Aunque el collage y el retoque digital en general pueden ayudamos en este sentido, desde el mismo momento de la toma también podemos ser originales forzando y utilizando todos los elementos que se encuentren a nuestra disposición.

RECURSOS TECNICOS

Los medios que tenemos a nuestro alcance para conferir rasgos insólitos a nuestros retratos son numerosos. El uso de un gran angular, por ejemplo, puede ayudarnos a deformar las proporciones de un rostro acercando la cámara lo suficiente para ello. La elección de un ángulo de toma extremadamente alto o bajo, también puede ayudarnos en este sentido.

La utilización de encuadres originales nos permite la inclusión de terceras personas o elementos que apoyan o distorsionan el papel de nuestro protagonista, así como el recorte no convencional de áreas del rostro.

La utilización de velos que oculten parcialmente el rostro o de superficies brillantes que le reflejen o le distorsionen, pueden servirnos en este sentido. Los rostros enmascarados ocultos o semiocultos por las propias manos o una simple tela suelen resultar misteriosos y desconcertantes. La lucha del fotógrafo se lleva a cabo normalmente contra la propia imaginación, más que contra la técnica.


Fotografiar personas me ha apasionado toda la vida, creo que ellas me permiten entrar en su mundo y compartirlo de manera especial con tan solo ver y capturar esas imagénes, por ello me siento afortunado, ser un fotográfo retratista es algo dificil, no imposible, pero hay que dedicarse a extraer de las personas lo mejor de ellas.

Las fotos de este Post las realice en compañia de 4 bellas modelos quienes aportaron su belleza y su tiempo y toda su experiencia como profesionales, gracias chicas por pasarsela bien haciendo fotos.





ANGELA - EUGENIA - YO - KARLA - MARIAN

Nos veremos en el próximo Post, saludos para todos los que se apasionan por este bello mundo de la Fotografía.